LA HOMEOPATÍA Y LOS SERES VIVOS
- Catedra Agrohomeopatia
- 26 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 jun 2021
Desde la antigüedad el hombre se planteó la cuestión de "cómo es que estaba estructurada la naturaleza". Los antiguos filósofos griegos presocráticos hablaban de un principio constitutivo de todas las cosas al que llamaron "ARKHÉ", una esencia presente en todo y que existía en los seres vivos y no vivos. Sin complicarnos en temas filosóficos, diríamos que en la actualidad, existen dos tendencias de pensamiento que explicarían la naturaleza.
Algunos opinan que toda ella se estructuraría por fenómenos de tipo físicos y químicos que son el origen y la esencia de toda la realidad, mientras que por otro lado, hay quienes piensan que todo lo que está vivo presenta como esencia, algo intangible que mantiene en armonía toda la estructura fisico-química; que está presente mientras hay vida y que desaparece en el momento de la muerte, dejando a merced de la entropía, los constituyentes materiales de los seres vivos. Este pensamiento recibe el nombre de VITALISMO y está en el pensamiento de Hahnemann y mediante él se estructura todo el andamiaje de la Homeopatía.
Para la Homeopatía, la salud corresponde al equilibrio de esa Energía Vital que mantiene funcionando todas las partes y sistemas vitales en total armonía, permitiendo que el ser se desarrolle hasta el cumplimiento de sus "más altos fines". Por el contrario, la enfermedad sería solamente el desequilibrio de esa Energía Vital, lo que determina que aparezcan señales o síntomas que nos "hablarían" de que las cosas no estarían funcionando de manera armónica.
Nadie es capaz de ver esa energía ni medirla de manera directa. Solo se puede expresar a través de los síntomas. Ellos serán los que habrán de conducirnos al tipo de perturbación y a elegir el medicamento capaz de poner en equilibrio esa Fuerza Vital.
Tal como aprendimos en la entrada anterior, el medicamento homeopático está "dinamizado" (diluido y sucusionado), de tal manera que en las escalas más altas, ya no persiste la sustancia original,
sino que se presenta solamente la energía del medicamento y ella es la que brinda la información a la energía vital por similitud con la misma, corrigiendo el desequilibrio y permitiendo que los síntomas desaparezcan.
En consecuencia, los síntomas son la expresión de la energía vital desarmonizada y solamente a través de ellos, es posible acceder a un medicamento que por ley de semejanza es capaz de retornar al equilibrio, según lo observado en las experimentaciones con individuos sanos.
En la próxima entrada, aprenderemos cuáles son los pilares de la Homeopatía y su importancia para diferenciarnos de la falsa homeopatía.
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