LA HOMEOPATÍA Y LA AGROHOMEOPATIA
- Catedra Agrohomeopatia
- 26 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 jun 2021
Aun con todos sus detractores, la Homeopatía sigue dando sus beneficios después de más de 200 años de existencia.

Haciendo un poco de historia, el Dr. Samuel Hahnemann (Meissen, Alemania 1755-1843), desencantado de la crueldad y los pocos resultados de la medicina practicada en su época, decide abandonar el arte de curar, pese a amar su actividad y
ser su único sustento familiar. Dedicado a su nueva tarea de traductor de libros, descubre en un tratado de "Materia Medica" (lo que ahora se llamaría Farmacología) de un autor llamado William Cullen, que la quina, medicamento derivado de la corteza de un árbol, otrora usado para el tratamiento del paludismo, era capaz de producir en bajas dosis, los mismos síntomas de la enfermedad que curaba en aquellas personas sanas que no habían padecido de esa fiebre intermitente.
Siguiendo las enseñanzas de Hipócrates adjudica esa característica a una ley que el gran pensador griego había enunciado algunos siglos atrás, "similia similibus curentur", que significa que "lo similar cura lo similar". Hahnemann trató de replicar dicha característica observada en la quina utilizando otras sustancias. Al obtener similares resultados, crea el término de HOMEOPATIA para la nueva práctica que intentaba aplicar.
A medida que iba pasando el tiempo, se iban acumulando cada vez mas medicamentos que experimentaba en sí mismo y en sus allegados. Al
ver que aun con dosis muy bajas, en algunos casos existía un fenómeno de tipo tóxico en algunas sustancias, idea el proceso llamado de "sucusión", mediante el cual aplicaba enérgicos movimientos a la dilución de tal manera que se reducían los fenómenos tóxicos a la vez que el medicamento adquiría cada vez más fuerza curativa. Surge así la idea del "medicamento dinamizado", es decir un medicamento preparado a partir de una sustancia de la naturaleza que se diluía y se sucusionaba siguiendo determinadas escalas, bien establecidas, dando por resultado un remedio que era capaz de poner en equilibrio nuestra energía vital, de una manera suave, rápida y permanente, sin apelar a los remedios drásticos y debilitantes que existían en su época.
Nada de lo que Hahnemann investigó fue secreto. Muy por el contrario, cada descubrimiento que hacía, al igual que los errores, fueron minuciosamente registrados en escritos que hasta hoy se conservan. Eso permitió que la Homeopatía se extendiera por toda Europa, de la mano de sus discípulos, llegando a los Estados Unidos y de allí al resto del mundo.
Si bien Hahnemann trabajó casi exclusivamente en seres humanos, él mismo apuntó que si todo lo que se estaba descubriendo era una verdad natural, todos los seres vivos podrían beneficiarse de estas investigaciones. Con el tiempo surge la homeopatía veterinaria y más recientemente la Agrohomeopatía.
En la próxima entrada veremos cómo es que actúa la homeopatía en los seres vivos.
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